martes, 2 de febrero de 2016

Sin ruedas también puedo


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Recuerdo aquel día que aprendí a montar en bici. Dos pequeñas ruedas me daban la estabilidad que necesitaba. Supongo que aquella falsa seguridad me hacía pensar que siempre permanecería estable.
Después la vida pasa y ese punto de apoyo son personas, momentos... No vas a caer con ellos pensabas...
Hasta que un día, sin saber muy bien por qué, toca retirar las ruedas.
Entonces parece que pierdes el equilibrio, miras a un lado, miras al otro, pero no, esta vez no. Vas a tener que probar sola.
Te caes. Dicen que solo se aprende fallando y debe ser verdad porque la próxima vez que vuelvas a estar arriba, ya habrás conocido el dolor de la caída.
Por eso hay que caer una primera vez. Y levantarse.
Porque te aseguro que en las consecutivas ya no pensarás en dolor, tan solo en ponerte de pie y decir:
sin ruedas también pude.



domingo, 31 de enero de 2016

Debe ser y será

Debe ser que es domingo, o que el frío del último día de enero no me deja ver con claridad.
Debe ser que aún no me acostumbro, a lo que algunos llaman soledad.
Lo cierto es que me pesan los días. Y no es que no quiera avanzar, es que me faltan puntos de apoyo
esos que no debí necesitar jamás.
Porque algún día alguien me dijo : "para que necesitar, nacemos solos, morimos en soledad". Y desde entonces busco dentro de mí la tan ansiada libertad.
Pero es que pareciese que no encuentre nada, que alguien me tiene que venir a buscar.
Será que acostumbré a callarme, que ahora ya ni me sé escuchar.
Todavía me pregunto cual es la cara oculta de la verdad.
Y mientras tanto ahí fuera, es como si hubiese llegado ya la primavera. Huele a tal alegría
que creo que voy a estornudar...
Será que olvidé estar sola, o conmigo misma, que más da. Si es que algunos no lo prueban,
por miedo a mirar dentro y no saberse encontrar.
Malviviendo en pareceres, se me daba mal disimular. Y ahora que ya no finjo, que puedo ser yo
sin condicional, te llevaste mis alas. Pero juro volver a volar.